Nos encontramos con una pareja de los años 60, Florence y Edward, en su noche de bodas. Allí, ante la inminencia del acto sexual que culmine su unión, comenzarán a aflorar sus miedos y sus anhelos de tal manera queacabaran chocando y marcándoles para toda su vida.
Con esa premisa mínima y afortunada, McEwan se revela como un maestro para relatarnos no solo la historia de esa pareja, sino también la de una sociedad, lastrada aún por prejuicios y represiones antiguas que está comenzando a despertar, aunque no lo suficientemente rápido para nuestros protagonistas.
Con un estilo soberbio, lleno de emociones, este escritor británico nos mete en las almas de sus protagonistas y los hace cercanos, comprensibles, crea una especial empatía emocional con su historia, y todo ello de una manera muy natural, sin necesidad de resultar pedante o excesivamente efusivo.
Una historia demoledora, con un giro final tan crudo como emocionante. Un libro que merece ser leído por todos.
Por David Yagüe Cayero
